martes, 29 de noviembre de 2011

Estilos de liderazgo.

En esta nueva entrada del Portafolio, vamos a ver los distintos tipos de liderazgo que pueden existir o podemos emplear en un futuro como maestros o miembros de algún órgano de gobierno en un centro educativo.


Los estilos de liderazgo se basan en los rasgos característicos del líder (el director). Estos estilos de liderazgo pretenden justificar un determinado comportamiento humano en un proceso de toma de decisiones, alegando la superioridad de los rasgos físicos y más bien psíquicos del líder, o su profundo carisma.


Aquí tenemos los distintos tipos de liderazgo a  modo de breve resumen:


  • Estilo carismático: es el poder en la habilidad personal que tienen algunos individuos para conducir a otras personas tan sólo por su irradiación.
  • Estilo autocrático: es en el líder en el que recaen todas las atribuciones; suele ser ayudado, únicamente, por sus colaboradores más directos.
  • Estilo paternalista: el líder asume obligaciones para con los que dirige, a modo de padre que tutela a los miembros de su unidad familiar.
  • Estilo burocrático: no es un líder dominante. Las decisiones las manda a las personas que considera más cualificadas; es eminentemente metódico, prudente, disciplinado en el trabajo, normativo y puntilloso.
  •  Estilos clásicos: se basan más bien en la conducta del líder y dentro de éstos estilos, tenemos dos tipos de liderazgo bien diferenciado, que son:
  1. Autoritario: es la simbiosis del estilo autocrático y del burocrático, tiene una orientación definida hacia las tareas. Se caracteriza porque otorga mayor importancia a las necesidades de la actividad organizacional, desestimando las necesidades de los empleados de su empresa. Ordena y espera ser obedecido, es dogmático y dirige con un sistema de recompensas muy arbritario. El futuro del grupo que dirige está en sus manos, y en la mayoría de las ocasiones éste suele ser incierto ya que depende de las decisiones que él adopte personalmente en un momento dado. Su postulado es: "el jefe siempre tiene razón", y demuestra su poder utilizando la primera persona del singular para referirse a los logros obtenidos.
  2. Democrático: es la simbiosis del estilo carismático y paternalista. Tiene una orientación clara y definida hacia las personas. Se caracteriza porque trata de mantener un equilibrio entre las prioridades de la empresa y las de los trabajadores. Es tolerante y respetuoso con las cualidades humanas, y consulta a sus colaboradores al margen de que después toma sus propias decisiones con las consecuencias de su equipo. En el trabajo es un miembro más del grupo, lo que provoca en él un gran desgaste de energía, ya que realiza su trabajo y a la vez actúa como comunicador. En este estilo el líder planifica, organiza y dirige contando con la participacón del equipo y tomando parte activa en la realización de los objetivos previstos por la organización. Los grupos que funcionan con líderes democráticos suelen presentar más expectativas de futuro, además de ofrecer trabajos de más calidad y satisfacción debido a la mayor conciencia de equipo que se fomenta.


La necesidad de la labor de liderazgo a veces se ha puesto en cuestión. Investigadores y profesionales del tema, se preguntan qué deben o no hacer, con la visión puesta en mayor parte al rendimiento laboral.


Siempre el dilema es ¿qué estilo directivo es mejor?.
Pienso, que la labor del líder se considera insustituible. Sin el líder, la actuación del grupo de trabajo se resiente y el caos se produce sin tardanza.


Pero... ¿en qué situaciones se debe adoptar un determinado estilo directivo y en qué ocasiones es innecesario que exista un liderazgo?
En mi opinión, la no necesidad de un líder que guíe a los subordinados en el colegio conlleva a la sustitución de esta guía por unos sustitutos que asuman o neutralicen las obligaciones del superior. Sustituto del liderazgo se refiere entonces a las características personales y de trabajo que pueden convertirse en reemplazantes de la labor de un superior. Cuando se producen sustitutos de liderazgo, el apoyo, las metas, recompensas, relaciones... son proporcionados de forma automática por el propio ambiente de trabajo y la realización de éste, volviendo accesorio o redundante la labor supervisora.


Hasta aquí esta entrada del portafolio, sin duda un tema presente en cada escuela que hace guiar la forma de trabajar de un centro de una forma característica u otra y que conlleva a tener resultados distintos.

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