miércoles, 2 de mayo de 2012

Mi experiencia personal con los videojuegos.

En esta nueva entrada, voy a hablar sobre mi experiencia personal que tengo hasta la fecha de hoy con los videojuegos. Dejo claro desde el principio, que no soy ni mucho menos un friki de los videojuegos, únicamente soy un chaval nacido en la época de los 90´s, que como otros muchos niños/as y adolescentes de hoy en día (y no tan adolescentes), han disfrutado y siguen disfrutando de los videojuegos como parte de ocio en sus vidas.

Si no recuerdo mal, mi aventura con los videojuegos empezó pronto. Mi padre, aficionado a la informática y un poquito a los videojuegos desde que era joven, se compró a mediados de los 80´s una videoconsola. Era la Sega Master System II (muy famosa en aquellos tiempos) una videoconsola de 8 bits basada en cartuchos. En ese tiempo, jugar a aquella videoconsola con la edad de 6 / 7 años era un lujo para mi. Sólo jugaba cuando mi padre decidía sacarla del armario y me dejaba un ratito al lado suyo.




Para mí, esa videoconsola era la mejor, la valoraba mucho, pero como todo en esta vida, en cuanto ves cosas mejores a las tuyas, las quieres (como pasa hoy en día con las televisiones, smartphones...). Todos mis amigos tenían la Play Station (la más antigua de todas) y yo, quería una. No sé si en esta vida fomentar el valor del ahorrado será bueno o malo, pero el hecho de convencer a mis padres para que me dejaran comprarme la PS, fomentó en mí ese valor tan importante que existe, el de ahorrar y luchar por lo que quieres. Me acuerdo perfectamente de ahorrar cada peseta que me daban en la paga semanal mis padres, abuelos... y incluso guardar las monedas que me encontraba por la calle. Y por fin, llegó el día. Todavía lo tengo grabado en la memoria como un día especial. Por la celebración de mi comunión el 27 de mayo de 2001, fui junto con mi madre al videoclub y solté en el mostrador todos mis ahorros de la época para comprarme mi querida videoconsola: la Play Station One, muy pequeña y un poquito más potente que la primera versión, la cual costó algo más de 16.000 pesetas con un juego de regalo (el Moto Racer 2), juego al que pasé mis primeras horas probándola y sintiendo en mis manos la recompensa de tanto luchar por algo.







Pero claro... con tantos juegos donde elegir, pronto llevé la PS One al "técnico" como quien dice, para piratearla. Este acto, me abrió un mundo de variedad increíble, era tan sencillo comprar CD´s vírgenes y grabar juegos, que para mí era algo normal. Con la ayuda de mi padre y mi familia, le fui pidiendo juegos que me gustaban a mis amigos y poco a poco iba llenando los peldaños de las estanterías repletas de juegos. Pero, si os soy sincero, únicamente me he pasado por completo 2 o 3 juegos... para que veáis de lo pronto que se cansa uno al ver tanta variedad delante de sus ojos.

Entre medias de la PS One, llegó a mi vida por sorpresa la Game Boy Color. Un buen día de verano, vino mi padre a mi casa como quien viene con un pan debajo del brazo, con una Game Boy Color usada. Dijo, que se la había encontrado en la calle cuando estaba haciendo su reparto habitual con el furgón. Tenía un juego dentro (el Pokémon edición amarilla), el cual, fue una de los 3 juegos que me he pasado en mi vida (no se sabe el número de pilas que le hice comprar a mi madre...). Inolvidables momentos con mis amigos "entrenadores Pokémon", adentrándonos en ese mundo mágico, con apenas 10 / 11 años, y quedando para intercambiarnos nuestros Pokémon, hablar sobre nuestras batallas, ver juntos los dibujos merendando... Aquí se puede ver claramente la acción socializadora que tuvo este videojuego y todos en general en mí, donde me unió con gente con unos mismos gustos y hace que se forjen grandes lazos de amistad.








A todo esto, yo seguía recibiendo juegos para mi PS One como regalo de cumpleaños, de reyes, en fin... fechas especiales... y de repente aparecieron en mi vida los juegos por ordenador. Antes de explicar esto, quiero hablar un poquito sobre la experiencia que tuve con mis padres.

Mis padres, siempre protectores conmigo, veían que no le dedicaba mucho tiempo a los videojuegos (casi siempre jugaba después de comer) y como veían que me sabía controlar y los estudios los llevaba al día, no me regañaban... Sólo, alguna vez que otra, cuando mis horarios eran disparatados y sobre todo cuando me necesitaban para hacer recados o para ir a comer, recuerdo que mi madre al ver que no iba, me amenazaba con apagarme la videoconsola y al instante pronunciaba la típica frase:

¡¡¡ Nooo mamá, espera que guarde la partida !!!

Ese era el momento en el que todo tu trabajo se podía ir al carajo... y como todo en esta vida, fastidia mucho que a uno le quiten el trabajo dedicado en un buen periodo de tiempo. Aprendí que todo en esta vida tiene un esfuerzo y hay que mantenerlo de forma constante con una actitud de perseverancia para conseguir grandes logros.
Volviendo a los ordenadores, recuerdo que mi iniciación con los videojuegos fue con un famoso emulador que mi padre tenía guardado; era el Mame 32 (Multiple Arcade Machine Emulator). Sus juegos estaban pasados de moda, pero realmente me gustaban muchísimo (era tener los recreativos en casa) y había tantos...




Pero... a la edad de 13 / 14 años, un buen día mis tios me regalaron dos juegos a la vez para mi PS One: el Tekken 3 y cómo no... el mejor juego que he tenido hasta ahora: el Gran Turismo 2. Estos son los dos únicos juegos que han hecho en mí un auténtico friki y que realmente han cambiado mis hábitos de vida. Estaba super enganchado a ellos, y había situaciones muy tensas al jugar (no tanto como el vídeo que puse del niño jugando en el ordenador, pero si con rabietas, y lloros entre partida y partida...) Aquí es donde vi los peligros de los videojuegos y cómo no... mis padres también se dieron cuenta. Son como una droga, un vicio, y te tienes que controlar muchísimo porque si no lo haces, es como si vivieras para ellos. Pero, no todos son cosas malas. Recuero que mientras estaba jugando a dichos juegos, mi nivel de concentración era grandísimo. Era como meterme en mi propio mundo... nada de mi alrededor podía molestarme, ni hasta el máximo ruido de la calle o mi hermana gritando... y puede que esa concentración desarrollada, la utilizara también en exámenes, actividades deportivas... También aprendí mucho sobre coches con el GT2. Era y es una de las cosas que más me gusta en este mundo y mucha mecánica, formas de conducción, reglajes, tipos de coches, historia... lo he aprendido a través de este gran videojuego y a la vez simulador. Esa idea de llevar simuladores a la escuela de hoy en día, no es ninguna tontería... aprendes muchísimo.








Aquí os dejo este gran vídeo sobre el Suzuki Escudo Pikes Version, el coche más rápido del juego con más de 900 hp de potencia... En la realidad también corre que se las pela jj.





Por último en mi etapa con los videojuegos, me queda hablar de los ordenadores. Ya he iniciado el tema con el mítico Mame 32, pero conforme iba creciendo con 14 / 16 años de edad, me fui aficionando a los juegos de estrategia. Eso si que era y es un auténtico peligro para los aficionados a los videojuegos. Es como vivir en y para un mundo paralelo al real. Sólo he jugado de forma seria al Age Of Wonders y doy gracias a que nunca, ni por parte de mis padres ni por parte mía, he pisado un Ciberclub ni he jugado en casa al World Of WarCraft. Recuerdo que iba al instituto pensando en lo que tenía que hacer en el juego cuando llegara a casa. Pensaba jugadas, planes de futuro, estrategias y casi no prestaba atención en clase. Era vivir para el juego en vez que para mí... Un día me dí cuenta y tuve que cortar casi de raíz... menos mal que se controlarme. Hay muchos peligros con este tipo de juegos, incluso conozco a gente que se pasa horas y horas y no se dan cuenta de que llevan tanto tiempo jugando.









Después, vinieron los juegos en red y en Internet. Juegos como el Counter - Strike, billar online, juegos de manager...

Luego, realmente ha existido un parón en mi vida los videojuegos. No he conseguido más videoconsolas que mi PS One y más juegos que los que tengo. Algún día que otro pensaba en comprarme las sucesivas videoconsolas de la Play Station, la X - Box... pero como esto de la tecnología nunca para, y siempre lo que compremos por muy novedoso que sea ya está pasado de moda porque ya tienen otro proyecto iniciado para sustituir a esa novedad en un corto periodo de tiempo... te das cuenta de que siempre vas a querer más y más... y claro... cuesta dinero.

Pero siempre da gusto recordar buenos tiempos en tus ratos libres, y coger de nuevo hoy en día en 2012 y echar unas partidas con mi padre, hermana... Son recuerdos inolvidables que forman parte de mi vida y que da gusto vivirlos de nuevo.

Esta ha sido mi experiencia de modo resumida con los videojuegos hasta en estos momentos. Hoy en día soy un chico normal, que tuvo una infancia y adolescencia también propios de esas etapas de la vida, con sus estudios, cambios de humor, cambios físicos, ocio, deporte y cómo no... con los videojuegos... que siempre te hacen pasar un buen rato y despejarte de tu día a día. Realmente no son tan malos como dicen algunos, yo los veo como un gran invento = ).

Hasta la próxima ^^

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